Hoy, 23 de noviembre, es el Día de Fibonacci, una ocasión para recordar a uno de los matemáticos más influyentes de la Edad Media, Leonardo Bonacci, pero también y sobre todo una oportunidad preciosa para descubrir la relación absolutamente maravillosa y a menudo desconocida entre los números, las formas, la naturaleza y las proporciones.
Lo hemos incluido en nuestro mural AGRO precisamente para destacar la importancia de los números en la naturaleza.
Leonardo Pisano, conocido como Fibonacci nació en Pisa en 1170 y murió en 1242 (llamado así por ser hijo de la familia Bonacci, su padre era Guglielmo Bonacci) fue un gran matemático, pero también un viajero que, gracias a sus contactos con el mundo árabe, introdujo elementos culturales de enorme importancia que cambiaron la cultura de Europa y del mundo occidental.
Se eligió el 23 de noviembre porque en el mundo anglosajón la fecha 11/23 forma los cuatro primeros números de la secuencia de Fibonacci (también conocida como la sucesión áurea) en la que cada número es la suma de los dos anteriores:
Fibonacci estudió en Argelia (en la ciudad de Bugia, cerca de Argel) y aprendió el sistema numérico indoárabe, que se corresponde con el actual sistema numérico decimal, basado en los diez dígitos del 0 al 9, que aún hoy utilizamos en las matemáticas de todo el mundo. El sistema decimal indoárabe era más práctico en la gestión de negocios y para contar que el sistema numérico romano.
Fibonacci también mantuvo excelentes relaciones con el emperador Federico II de Suabia, gobernante de Sicilia, quien en el periodo comprendido entre 1230 y 1250 fundó la famosa Escuela Siciliana, un centro cultural de considerable importancia en el Mediterráneo. Como emperador ilustrado que era, Federico II mantuvo excelentes relaciones diplomáticas e intercambios culturales con el sultán al-Kamil y el mundo árabe. Además, era un apasionado de la ciencia y las matemáticas, así como del arte y la poesía.
Fibonacci contribuyó decisivamente a la difusión de las matemáticas árabes por Europa y el mundo occidental.
En su obra más famosa, el "Liber Abaci" ("libro de cálculos", del latín "ábaco"), publicada en 1202, Fibonacci introdujo el sistema numérico decimal (que denominó "Modus Indorum") y los algoritmos para realizar las cuatro operaciones de este sistema, que aún hoy aprendemos en la escuela.
La secuencia de Fibonacci en la naturaleza
La secuencia de Fibonacci también se ha observado en ámbitos que poco o nada tienen que ver con las matemáticas. Todas aquellas en las que se producen episodios de crecimiento, por ejemplo, parecen estar afectadas por esta serie concreta.
Dos ejemplos entre todos:
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Disposición de las hojas a lo largo de la rama de una planta;
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La distribución en espiral de los flósculos de las margaritas y las semillas de girasol.
Si nos fijamos en el número de elementos que se repiten, generalmente encontramos números de Fibonacci repetidos: 21 y 34 en las margaritas, 34 y 55 en los girasoles, 5 y 8 en la serie espiral de las piñas, 8 y 13 en las piñas, etc.
Fuente: Fibonacci Day, il 23 novembre si celebra il grande matematico italiano - Libreriamo